El uso de la figura de Bolívar en el Estado Venezolano
Inés Quintero, profesora titular de la Universidad Central de Venezuela, licenciada, magister y doctora en Historia, presentó su conferencia Usos políticos del pasado en la Revolución Bolivariana, durante la realización de ‘Encuentros por la Historia’, que organiza el Departamento de Historia de la Universidad del Valle.
La profesora sostuvo: “El culto a Bolívar no fue una invención de Hugo Chávez. Lo que ha sido una herramienta e instrumentalización dentro del proyecto político de Chávez fue establecer una ruptura histórica con el pasado y proclamar que a partir de ahora “estamos en la Revolución Bolivariana”, es decir darle el contenido de conducción del proyecto bajo la égida de la figura de Bolívar y presentarse como continuador de esa gesta”.
Inés Quintero recalcó que el uso político de la Historia no es propio de Venezuela, sino que forma parte de una práctica que trasciende a la sociedad y es objeto de debate historiográfico, sin embargo, la diferencia está en la construcción de un discurso único y monolítico en el que la figura de Bolívar será exacerbada en todos los contextos oficiales: en los manuales escolares, en las vallas publicitarias, en los actos públicos y prácticas conmemorativas del país.
“El gran contraste es que hay un discurso uniforme que se presenta como el verdadero y como el que es legítimo, y, además, debe difundirse de manera homogénea, directamente relacionado con la legitimación de un proyecto político en particular”.
La profesora Quintero explicó como la idea de rúptura histórica constituyó desde el primer momento una pieza clave del discurso de Chávez, a fin de justificar y hacer valer la propuesta de un cambio revolucionario. La revolución que se ofrecía al país necesitaba, por tanto, ejecutar acciones que permitiesen producir una transformación que tuviese consecuencias prácticas y visibles para el conjunto de la sociedad, independientemente de las controversias, rechazos o disputas que hubiese al respecto. En la ejecución de esta resolución política fue determinante, apoyarse en el ideario de Simón Bolívar.
“Como historiadores sabemos que cuando nos enfrentamos a un hecho que es uniforme en su lectura, empiezan las sospechas, cómo así que sobre este personaje todo el mundo está de acuerdo. No podemos hablar de que existen memorias únicas puesto que son procesos de construcción de la memoria, por lo tanto, pretender que desde el Estado se pueda establecer un contenido histórico o uniformar la memoria en una sola dirección, termina siendo parte de un debate, pues no hay forma de establecer una ley sobre el particular que fije una sola manera de recordar o construir el pasado, porque esa es la negación de la práctica historiográfica”.
La Historiadora, aclaró que, si bien el culto a Chávez comienza en vida del presidente, propiciado por él mismo, se exacerba y se extiende como política de Estado durante el gobierno de Nicolás Maduro convirtiéndose en uno de los recursos fundamentales de legitimación política del nuevo mandatario, al presentarse como el continuador y protector del legado de Chávez.
Inés Quintero considera, finalmente, que este tema hace parte de la agenda historiográfica moderna, frente al ejercicio crítico y plural de la elaboración del conocimiento histórico.
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