La experiencia poética de Annie Flórez, una mujer trans, estudiante de Historia de Univalle
La experiencia de Annie Flórez, una mujer trans, estudiante del Departamento de Historia de la Universidad del Valle permite conocer otras formas de habitar, estar y sentir en el mundo.
Annie Flórez escribe poesía desde muy joven, desde antes de entrar a la universidad. En ese momento, cuando todavía estaba en el colegio, le compartía a su psicóloga los versos que nacían en su interior. Escribía (y aún lo hace) por necesidad, por una sensibilidad ante la vida, para interiorizar lo que le sucede.
“No sé si todo el mundo tiene claro quién es, lo que lo conforma, construye o define. Podría decir que soy un cúmulo de experiencias, historias y relatos sobre lo que soy. En ese sentido soy una persona en constante búsqueda de sí misma. Soy los relatos que me habitan”.
Annie se describe como una mujer tímida y nerviosa; una mujer que ama tener ordenado y bien peinado su cabello largo, castaño y brillante. Sus historias se nutren de su experiencia, las cosas que suceden a su alrededor; de sus lecturas de Alejandra Pizarnik, Silvia Platt, Alfonsina Storni y Virginia Wolff, mujeres en las que se ha encontrado en sus versos y formas de sentir.
Entró al programa académico de Historia de la Universidad del Valle en 2013. Aún no había hecho el tránsito. De la mano de su mejor amigo conoció un espacio dentro de la institución que sería emancipador: el hoy Centro de Investigaciones y Estudios de Género, Mujer y Sociedad. Allí entró en contacto con Ange La Furcia, en ese momento una de las monitoras del centro. Gracias a ella pudo tener una visión menos problemática sobre su proceso de tránsito. Ange guió a Annie en este momento.
“Puedo definir mi proceso de tránsito como una exploración por etapas” menciona. Le generaba ansiedad el cambio a través de la terapia hormonal. “Sentía que me iba a convertir en un monstruo, que nadie se iba a fijar en mí, que sería cero atractiva, pero que estaría feliz conmigo misma. Eso es lo importante”.
“Rescato el Centro de Estudios de Género como un lugar seguro que encontré en la Universidad, donde tuve un cúmulo de experiencias y saberes que me ayudaron a entender lo que me sucedía. Si yo hice una transición fue desde la Universidad del Valle y las lecturas queer del feminismo. Es un lugar en el que no me sentía juzgada por otros”.
En ese espacio se encontró con estudiantes con identidades diversas, cada cual en sus propias búsquedas. Allí acompañó a la profesora Gabriela Castellanos, una reconocida docente e investigadora de la Facultad de Humanidades, en el proceso de institucionalización del Centro y trabajó junto a la profesora Alba Nubia Rodríguez, la primera directora.
Todas esas experiencias, esas historias y esos relatos alimentan la poesía de Annie. “Para mí la poesía es eso. Es un reconocimiento muy vívido de eso que decía Virginia Wolff, que toda mujer necesita una habitación propia para escribir, y también llevar eso a un metalugar: empezar a producirnos y pensarnos a nosotras mismas. Muchas veces en la cotidianidad o en el espacio diario no tenemos la oportunidad de hacer nuestras propias reflexiones”.
Aferrarme al miedo / nunca fue más inútil / la lluvia golpea / la ansiedad le responde / yo habito el silencio…
A pesar del miedo y la ansiedad que le produce compartir su trabajo literario, poco a poco Annie comenzó a asistir a círculos de poesía. Ha estado en algunos recitales y jornadas de micrófono abierto. Incluso, junto a Airan Riascos, otro estudiante de la Universidad del Valle, participó en una charla sobre poéticas trans en el Festival Internacional de Poesía de Cali. Allí conoció a la poeta Betsimar Sepúlveda, quien la invitó a formar parte de su taller, donde ha aprendido herramientas y técnicas para mejorar sus poemas.
Esto la llevó a crear una cuenta en Instagram para sus textos en donde cada mes graba un video-poema con el poema que más les ha gustado a sus seguidores.
“Creo que la literatura y en especial la poesía nos permite sanar, algo muy importante para nosotros, la capacidad de ser resiliente con nuestras propias historias y acciones. También rescato el hecho de que somos narraciones. Por eso amo el lenguaje: permite darle significado a lo que nos es propio”.
Tal ha sido la acogida de la poesía de Annie en Instagram que una editorial española la contactó para hacer una publicación con una selección de sus escritos.
Además de trabajar en lo que será su primer libro, Annie adelanta su trabajo de grado, con el que espera hacer una exploración sobre la obra poética de cuatro autores: Bernardo Arias Trujillo, Raúl Gómez Jattin, Tatiana de la Tierra y Fernando Molano. “Estos autores, no sólo a través de su obra sino también de su vida, transgredieron el campo de acción literario, esto a partir de los planteamientos de Bourdieu; también quiero nutrirme de Judith Butler para hablar de la performatividad, de cómo estos elementos no sólo transgreden el orden del discurso, sino también el de una sociedad conservadora”.
Podría decirte que quiero amarte / pero eso solo lo sabe el mañana y yo solo tengo el hoy / Podría decir que afuera llueve, pero mi corazón no para de gotear tu nombre / Sé que podría decir una balada de palabras que no serían más que gestos monótonos, inicuos, vacíos
“La percepción que yo tengo del existir es que todo es muy procesual. Hay que abrazar la historia propia, quererla y no negarla. Uno tiene que reconciliarse con todo lo bueno y lo malo que hizo; ese acto es también sanar, es entender que tu vida tiene sus propios tiempos y que nadie más tiene los mismos recursos que tienes a la mano. No intentar ver las cosas propias con los ojos ni con las palabras del otro, sino apelando a una autenticidad y naturaleza propia. Eso es relajante, porque comienzas a ir a tu ritmo por la vida, con todo lo que eso suponga.”
“Pienso que es importante, no solo para la comunidad sino la universidad en sí, pensarnos la diversificación de los cuerpos. Más allá de chicos o chicas somos seres humanos. Si bien la universidad tiene un discurso incluyente, ¿Qué tanto estamos interiorizando este discurso? ¿Quiénes habitamos la universidad somos consecuentes con ese discurso de equidad, igualdad e inclusión o nos desentendemos de ello?”
Para leer más de la poesía de Annie Publicaciones Programa Campus Diverso Página Web Facebook
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